Empoderamiento, identidad de género y surrealismo en la pintura, hasta llegar al mundo del teatro: Conoce la historia de Leonor Fini, la argentina que destacó en un mundo de hombres.
Un día como hoy nacía, en Buenos Aires, la artista Leonor Fini. Su carrera destaca en el mundo de la pintura por sus aportes al “surrealismo”, pero también por su vanguardista visión respecto de la mujer representada en la pintura. En gran parte, sus trabajos incorporan un elemento de exploración de la sexualidad (como el BDSM, por ejemplo) como también el posicionamiento de la mujer como sujeto activo en dinámica representada. No obstante, aparte de involucrar un fuerte mensaje de empoderamiento femenino, la artista logró desarrollar la androginia y femineidad en los desnudos masculinos de sus obras, en un claro mensaje de deconstrucción de género.
Todos esos temas, para la década del ’40 y ’50, eran demasiado fuertes y de avanzada, pero eso nunca la detuvo en su extensa experimentación artística y personal. Fini fue una mujer adelantada sobre el lienzo y en su propia vida, siendo realmente abierta respecto a su radical opinión frente al matrimonio y sobre la misoginia en el mundo del arte, al punto tal de que ella no quería que la consideraran miembro del surrealismo, debido a que sostenía que André Breton – uno de los padres de dicho movimiento – era extremadamente misógino. Esto último, con el correr de las décadas, se pudo evidenciar con registros que evidenciaban como los los máximos exponentes del surrealismo – André Breton, Salvador Dalí, Paul Éluard, entre otros – eran efectivamente degradadores de la mujer como sujeto.
“El matrimonio nunca me atrajo, He preferido estar en una especie de comunidad: una casa grande con mi taller y mis animales, gatos y amigos, y con un hombre que es más bien un amante y otro que es más bien un amigo. Y siempre ha funcionado.”
Leonor Fini
Pese a que era una persona bastante recluida, se dice que cada tanto aparecía en eventos concurridos del ámbito artístico, luciendo algunos de sus despampanantes vestidos confeccionados por ella, como también adicionando ocasionalmente alguna mascara. Una de esas mascaras, la cual conforma una especie de trademark de Leonor Fini, es la máscara de Búho, inspirada en la novela erótica “La Historia de O” (la cual incluso llegó a realizar ilustraciones para la misma). La curadora de la exposición que tuvo lugar en el Museo del Sexo (NYC) en 2018, Lissa Rivera, supo describir muy bien lo que sus mascaras representaban para la artista:
“Ella siempre sintió que la identidad era solo una máscara”, dijo Rivera. «Así que las máscaras que eligió usar eran más verdaderas que su rostro biológico».
Lissa Rivera, fotógrafa y curadora, sobre Leonor Fini
Pero su trabajo no solo se limitó a la pintura, puesto a que también ha tenido su paso como diseñadora de vestuario y de escena en producciones de ballet, óperas, teatro hablado e incluso dentro del mundo del cine. Se puede mencionar, entre su vasta lista de proyectos, su gran trabajo junto al célebre Roland Petit en el ballet “Les Demoiselles de la Nuit”, como también destacar su participación en producciones del ballet “Le Spectre de la rose” (con música de Carl Maria von Weber), en el debut de la ópera “Bomarzo” de Alberto Ginastera en Washington (basada en la novela de Manuel Mujica Láinez) e incluso su trabajo en la producción de “Tannhaüser” (Wagner) para la Ópera Nacional de Paris , con la aclamada soprano Régine Crespin como protagonista.
Pese a que actualmente no es una figura de máximo renombre, en el mundo del arte, su legado ha causado un impacto del cual muchos se han inspirado. Sin ir más lejos, en 2018, la colección de primavera de la marca Christian Dior fue inspirada en sus obras y en su mensaje como artista mujer libre de cualquier prejuicio.
