BlueberryMusica tuvo el placer de conversar con el tenor griego, previo a sus presentaciones en el legendario Teatro Colón, junto a la soprano Sarah Brightman.
Mario Frangoulis es uno de los tenores que más han fomentado, a escala mundial, el estilo musical que propone el denominado classical crossover: música que entrecruza la disciplina de la música académica y la técnica del canto lirico con diversos géneros, entre ellos, el pop). Habiendo trabajado con diversas leyendas la música, como Montserrat Caballé o Celine Dion, su carrera abarca especialización en el canto lírico y en la escena del Teatro Musical, con más de siete millones de discos vendidos. Hoy se encuentra cerrando la primera parte del tour de su colega y amiga en Buenos Aires y BlueberryMusica estuvo con él para hablar sobre sus inicios, pasiones y cuál es la clave para que la gente comprenda y se sienta atraído tanto a la ópera como al classical crossover.
Este es tu debut en el mítico Teatro Colón ¿Habías oído hablar de él?
He oído hablar mucho del Teatro Colon. Una de mis cantantes favoritas de todos los tiempos, Maria Callas, pasó por este escenario en más de una oportunidad y eso es realmente movilizante. También estoy emocionado de estar en Buenos Aires. Más allá del Colón, tengo muchos amigos que son de aquí, como por ejemplo, Jorge Calanderi, quien es un gran conductor de orquesta con el que he trabajado mucho. La música de aquí… Piazolla, por ejemplo, cantó muchas piezas de él.
A lo largo de tu carrera he notado que tenes una aflicción con el español. Ahora mencionas a Piazzolla, pero también has trabajado con poemas de Federico Garcia Lorca y con canciones de Jose Maria Cano. ¿Cuál es tu idioma más fácil para cantar?
El italiano, en esencia, es el que más fácil me resulta para cantar. El español es una lengua que no solo es cercana a la cultura griega, sino a mi corazón. Cuando canto “Granada” siento que le canto a mi tierra natal, debido a ese sentimiento de orgullo que emana ese idioma. También me gusta mucho pablo Neruda, quien escribió una pieza que se llama “Canto General”, con la cual Mikis Theodorakis, quien es un cantante que admiro muchísimo, ha trabajado y yo la he cantado en diversos lugares del mundo, desde Tokyo a Londres.
Realmente me encanta que hayas preguntado esto, porque creo que el español es el idioma más cercano a mi corazón… pero por supuesto el italiano es más fácil.
Hace poco compartiste en tu cuenta de Instagram que hace 30 años fue tu debut en Londres con la obra “Les Miserables”. ¿Recordas como fue tus primeros acercamientos en el mundo de la lírica?
Mi primera experiencia fue trabajar muy de joven con Marilyn Horne, quien fue una gran mentora para mí. Por supuesto, Alfredo Kraus fue mi profesor, entonces cuando él viajaba yo iba con él. Una de las primeras presentaciones que realicé profesionalmente, fue un concierto con la grandiosa Montserrat Caballé con quien canté un par de duetos. Obviamente, mis rodillas temblaban de la emoción.
En esta oportunidad, tu solo en el recital es con una canción titulada “Sometimes I Dream”, proveniente de uno de tus primeros trabajos discográficos. ¿Cómo surgió esta idea de entremezclar un aria de Puccini con letra en ingles?
Cuando empecé a dar mis primeros pasos en el mundo de la música, la ópera se encontraba un momento en no estaba en primera plana y habiendo tantas voces, mi voz se perdería entre las muchas que abundan. Entonces, al firmar con Sony Classical, mi productor planteo una idea un tanto distinta a hacer mi primer disco puramente de ópera. Hacer un álbum netamente clásico pasaría desapercibido entre tantas voces. Fue ahí cuando mi productor planteo una idea un tanto distinta a hacer mi primer disco puramente de ópera, siendo como una especie de respuesta al fenómeno de Andrea Bocelli. Fue así como ese álbum y, en especial, esa canción se baso en mezclar lo nuevo y lo viejo, tratando de fusionar el dramatismo de esa aria romántica, con una historia más contemporánea, de algún joven que de la misma forma poética y grandilocuente demuestre que puede morir de amor. Esto realmente se conecta, casualmente, con mi rol en Les Miserables. Marius era así. Estaba enamorado de Cosette y persiguió con todas sus fuerzas ese sueño de amor y libertad, y quería reflejar eso en la canción.
En su momento, cuando empezó a surgir este estilo de música, los críticos y medios empezaron a catalogarlo como “classical crossover”. Respecto a ello, Sarah se ha mostrado bastante reticente a etiquetar su música bajo esa calificación. ¿Vos como identificas tu carrera musical?
Mi gran éxito, en esta vida, se debe al classical crossover. Si bien he hecho un montón de conciertos puramente liricos, el classical crossover es algo que fluye naturalmente en mí. Esto se debe a mi entrenamiento clásico y mi sentido de orientación en el pop, gracias a mi tiempo en la escena del teatro musical. Ser un artista classical crossover no es tan solo bailar y demostrar cuan moderno sos. Es una labor muy precisa en donde uno se compromete con este arte de tomar diversas piezas, ya sean liricas o no, y transformarlas en propias, siendo respetuoso con su forma original.
Al comienzo de esta entrevista mencionaste tu admiración por Maria Callas.
Maria Callas es un hito en la historia de la ópera, porque su vida y obra abrió el camino a una gran cantidad de las figuras que hoy caracterizan esta generación, como Angela Gheorghiu, Jonas Kaufmann u Anna Netrebko. Ella fue la primera en ser una cantante-actriz, capaz de poder traer el drama a través de la voz e interpretación. No pienso en nadie que haya podido hacer una mejor Lucia o Tosca que Callas, por ejemplo. Ella es el epítome de la diva lirica y gracias a ella los cantantes ya dejaron de solamente pensar en tan solo su voz, sino en cómo se presentan con ella, cómo se comprometen con los personajes, como es su despliegue en el escenario. El momento en que uno se acerca de esa forma a la audiencia, el mismo publico se acerca a vos.
Si tuvieras que aconsejar a futuros estudiantes de la lírica, que hoy en día tienen como modelo a seguir figuras como Callas, Carreras u Pavarotti ¿Qué les dirías?
Que tienen que creer en sus sueños y en que hay un espacio para ellos. Seguir tus sueños no es tan solo ir a un programa de televisión a probar suerte porque cantas bien; es estudiar y seguir el camino de la música en tu vida. Ser honesto contigo mismo también es otra clave: ¿Podré hacerlo? ¿Puedo cantar esto? Yo, por ejemplo, nunca pensé que iba a ser exitoso. Yo me dije a mi mismo “Quiero estudiar actuación y ópera”. Una vez que llegue a la escuela de canto, quise terminarla con la mejor calificación y experiencia. Es ir momento tras momento persiguiendo ese sueño, esa ambición de que quizás serás alguno de esos grandes. Pero tenes que trabajar. La gente piensa que porque canta bien lo va a tener todo directo y fácil y no es así.
Salvo por Callas, creo que has cantado con varios de esos “grandes”
(Se ríe) Solo canto con Callas en mi casa, cuando estoy en casa y escucho sus discos. Pero si he cantado con personas que admiraré toda mi vida, como Montserrat Caballé, Placido Domingo, José Carreras, Angela Gheorghiu…
(Hace una breve pausa reflexionando y continua)
Con Angela ocurre que tenemos una edad similar y empezamos nuestras carreras casi al mismo tiempo. Cuando yo estaba en Giulliard, ya habiendo tenido mi debut en la escena del teatro musical, ella estaba haciendo su paso en el MET. Entonces yo la vi a ella en varias producciones como Il Puritani, La Sonnambula y La Traviata. Fue en esos momentos en los que me di cuenta que ella era una de las voces más bellas de esta generación. Eso fue muy reconfortante para mí porque yo sé que no habrá otra Callas u otro Domingo, pero ver surgir voces tan talentosas te hace sentir que hay esperanza.
¿Qué proyectos siguen en tu agenda?
Bastantes (risas). Estoy trabajando en un álbum de duetos con algunas estrellas de Broadway, con el grandioso director de orquesta John Mauceri. También seguiré con Sarah en varias fechas del tour. Para el próximo verano estoy planeando un tour, como así también estoy en tratativas de hacer un álbum exclusivamente de ópera, de la mano de Eugene Kohn.
Comentario:
Mario Frangoulis ha demostrado como se es un verdadero artista, desbordando conocimiento mientras que conversábamos con él. De a momentos, me olvidaba que me encontraba en frente a una estrella altamente reconocida del mundo de la música, sobretodo en la escena europea. Su pasión por el canto y la actuación se nota tan solo con hacer una pequeña lectura del gran repertorio que ha hecho a lo largo de los años. Espero que luego de su debut en el Teatro Colón, que ha sido bien recibido por los asistentes a las funciones del show, le siga alguna presentación solista en nuestro país.