Dominika es una voz que recorre el mundo, dejando su huella en cada lugar que canta. El sábado 22 de Marzo cantó en el Auditorio de la Fundación Beethoven, eligiendo a Buenos Aires para el lugar de su debut Sudamericano. Con un repertorio que abarco Bellini, Mozart y canciones napolitanas, la cantante se lució a lo largo de una hora, con la participación especial del tenor Gabrielle Capurro y la pianoforte Eduviges Picone.
El recital conformó una excelente carta de presentación de la soprano al público argentino, deleitándonos con bel canto y clasicismo operistico al cual ella está acostumbrada a interpretar en sus giras por Europa, Asia y Estados Unidos. Bastó con la pieza del comienzo «Vaga Luna, Che Inargenti» para entender que nos encontrábamos frente a una interprete especializada, marcando a partir de allí el tipo de repertorio que iba a acontecer, con el gran acompañamiento de la virtuosa Eduviges Picone, quien también supo desplegar todo su talento a lo largo de la noche. El tenor también tuvo sus momentos de fundido aplauso al interpretar las tan conocidas «O Sole Mio» y «Nessun Dorma» de una forma por demás atinada y profesional, sin necesitar estirar las estrofas para sacar a relucir innecesariamente su voz.
Dominika Zamara preparó una noche digna de una presentación en el Carnegie Hall, en la que pudo desplegar toda su elasticidad vocal que le ha otorgado su fama en la escena de la música clásica actual. Con mucho profesionalismo y notable pasión por el canto, la cantante supo brindar al público una pequeña muestra de su talento, dejando al publico altamente complacido y con ganas de un pronto regreso. Al finalizar su presentación, luego de un bis, la cantante se tomó el tiempo de saludar y posar junto a los asistentes, quienes entre ellos se encontraba la presidenta de la Fundación Beethoven, Pia Sebastianni y el maestro Luis Ascot, entre otros.
Acerca de: Dominika Zamara
BlueberryMusica tuvo el placer de sentarse hablar con la soprano polaca, para poder profundizar un poco en su carrera y opiniones respecto a la lírica actual. Con suma calidez, nos contó su apretada agenda de este año, que involucró: cantar en Milano el Requiem en Re menor de Mozart, formar parte de la producción de Gianni Schicci en la ópera de Florencia, una seguidilla de shows en Dallas (Estados Unidos), entre muchos otros eventos que denotan su continuo viaje por el mundo. La elasticidad de su voz la atribuye a que siente que día a día su voz va cambiando con ella, por lo que se descubre día a día que es capaz de hacer con su instrumento.
Ama la música en su forma más pura, aunque no es reticente a producciones modernas o al classical crossover, siempre que sea pensado con una base lógica y creativa y no con la intención de causar un impacto comercial. Así fue como, por una invitación de una radio italiana, grabó el hit de la banda Queen «Who Wants to Live Forever» y este forma parte de sus singles publicados.
¿Compositor favorito? Mozart, aunque tiene un gran amor por todo lo realizado por Bellini.
¿Qué rol le gustaría hacer en algún futuro? Cualquiera de Puccini, preferentemente Mimi de «La Boheme». La cantante confeso que si bien se inició con esta ópera, no muy frecuente logra incluir a este compositor en su repertorio habitual, por lo que el gustaría volver a esos caminos próximamente.
¿Quien la inspiró? Renata Tebaldi, Renata Scotto y Mirella Freni, iconos del bel canto.
¿Qué escucha para relajarse? Para estar en su casa prefiere el silencio. Sin embargo, disfruta mucho escuchar Metal Sinfónico, porque también la ayuda mucho a distenderse.
¿Volvería a Buenos Aires? Absolutamente. (En referencia a esto, ya estuvo viendo algunas propuestas para volver, por lo que no me extrañaría que la veamos pronto).
