«Daddy’s Home» es el nuevo trabajo de la multifacética y talentosa St. Vincent, quien nuevamente ha logrado un trabajo impecable y perdurable en el tiempo.

St. Vincent es una de esas artistas que definitivamente nos ha malcriado, conforme el paso del tiempo, con  discos extremadamente bien logrados, prolijos y con un concepto muy bien delimitado y explorado. “Daddy’s Home” no es la excepción, sino una expresión aún más contundente del meticuloso trabajo de la cantautora, logrando fusionar su originalidad con influencias musicales muy bien definidas.  Difícilmente se pueda criticar este álbum que – nuevamente – tiene los aplausos de la critica especializada, así que lo que aquí haremos es dar una breve introducción a esta nueva era de St. Vincent.

Daddys’s Home” representa un regreso. No con ello quiero decir que la artista se había ido o desviado a alguna parte anteriormente, sino que este disco es un regreso a ciertas influencias musicales que marcaron los inicios de Annie Clark (St. Vincent), como también un trabajo que se encuentra marcado por su padre y el momento en que regresa de prisión. El rock, soul y sonido experimental de los ‘70s y principios de los ’80 se encuentran muy presentes a lo largo de todo el álbum, pudiendo citar algunas influencias directas, como David Bowie o Pink Floyd. Hasta ahora, releyendo esta breve descripción, parece otra propuesta prometedora. Sin embargo ¿Qué podemos esperar de “Daddy’s Home”?

Quienes son admiradores de la era “Masseduction” estarán bastante desorientados respecto del cambio drástico en sonido. Si bien la profundidad de las letras de ese álbum y este nuevo son similares, logrando sumergir al oyente a ambos universos y sus correspondientes historias y escenarios, la musicalidad en “Masseduction” no podría ser más contraria a “Daddy’s Home”. El primero contó con una vibra art pop, funk y futurista de mucha estructura y capas y capas de producción que iban revelando más sobre cada tema; mientras que este segundo presenta un sonido completamente desestructurado y crudo, donde una buena armonía es suficiente como para poder dar rienda suelta a las reveladoras letras de sus canciones y donde lo visual no es un elemento intrínseco para entender la historia que propone.

Un ejemplo de esto es “My Baby Wants A Baby”, una de mis favoritas de este disco, la cual irónicamente tiene una fuerte influencia de la canción “Morning Train (9 to 5)” de Sheena Easton. Es al escucharla, leer la letra y relacionarla con el mega hit de principios de los ‘80s que uno encuentra este sonido más directo, desalineado, polvoso, que se contrapone a la melodía de amor alegre y rítmica de Sheena Easton, haciendo uso de esta evidente diferencia para graficar el escenario en donde transcurre la historia de la canción y como el sonido soft rock logra adaptarse perfectamente.

Live In The Dream” es una oda a Pink Floyd. Sorprendería mucho si St. Vincent luego menciona otra influencia, ya que la critica unánimemente ha sentido lo mismo. La letra y armonía psicodélica de la canción logran evocar el sonido característico de esta  banda, incorporándose a la paleta de emociones profundas, vertidas en colores opacos, que este disco posee (marcando aquí otra diferencia respecto de su predecesor, donde los colores se encontraban saturados y formaban parte especial de la experiencia visual).

Entonces: ¿El elemento visual no está presente en este disco? No tan así. Para esta era, St. Vincent ha tomado como fuente de inspiración al icono trans Candy Darling, actriz y musa de Andy Warhol que dejó su marca en la cultura pop y a la que St. Vincent le dedica una canción en agradecimiento en este disco. Con ver algunas fotos de esta icónica artista, se podrá entender las elecciones estéticas para este disco. Sin embargo, la esencia de “Daddy’s Home” se ha centrado más en la música y sus letras que en dar una experiencia audiovisual tan inmersiva como lo fue en “Masseduction”.

Como habrán notado, las comparaciones son inevitables. Siendo un fiel seguidor de la cantante, me atrevo a decir que mis discos favoritos de ella son “Actor” y “Masseduction”. Siendo que este último se ha convertido en un trabajo tan icónico de St. Vincent, encontrarme con todo el universo de “Daddy’s Home” ha sido y continua siendo una exploración reveladora de matices y facetas de la cantautora, poco vistas hasta el momento.

Efectivamente, es una tarea difícil poder ser objetivo y reseñar este trabajo, como mencioné al principio, porque la calidad artista de los álbumes de St. Vincent se aprecian conforme el paso del tiempo. En suma, podríamos decir que “Daddy’s home” es otro gran trabajo de St. Vincent que, han igual que el anterior, irá decantando conforme el paso del tiempo y las escuchadas completas que uno le de al disco, logrando descubrir el sentido a un montón de elementos que, al día de hoy, todavía me cuesta encontrar su funcionalidad (como por ejemplo, los tres interludios que forman parte del tracklist).

“Daddy’s home”, el nuevo disco de St. Vincent, se encuentra disponible para ser escuchado en plataformas de streaming y para ser adquirido a través de su web oficial.

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