La soprano de origen alemán, pero con una fuerte raíz italiana, es reconocida alrededor del mundo por su increíble habilidad para interpretar roles wagnerianos. Años atrás, cuando la representación de la icónica Tristan e Isolda estaba en iniciales tratativas para ser parte del programa del Colón, ya se hablaba de convocarla para el rol principal de esta épica ópera. Sin embargo, no siempre fue Wagner solamente para esta cantante que forma parte de la escena actual de la lírica mundial:
“Al principio, cantaba bastante de Rossini y Mozart. El italiano posee una forma de expresividad única que siempre disfruto. Pero con el tiempo, me di cuenta que mi voz podía llegar a ser bastante grave y profunda, con mucha intensidad, y que incluso mi apariencia remitía personajes de Wagner. Fue cuestión de intentarlo y lentamente, paso a paso, enamorarme de todo su repertorio.”
Así fue como comenzamos nuestra pequeña entrevista con la cantante Anja Kampe, ya instalada en Buenos Aires y preparándose para premiere del Miércoles en el Teatro Colón.
- ¿Qué es lo más desafiante al momento de interpretar un rol wagneriano?
Que no tienes descanso. Los roles de Wagner se caracterizan por mucho canto y expresividad, tensión sobre todo. Si no estás cantando, tienes que mantener la caracterización a flor de piel, acompañar expresivamente a todo momento. Son historias asombrosas y fuertes, por lo que nunca hay un momento de relax.
- ¿Qué podemos esperar de esta producción de Tristan e Isolda?
Realmente es una puesta muy tradicional. Si bien hay un despliegue escénico, los lineamientos de esta producción son tradicionales y fieles a la concepción original de esta ópera.
- Cuando uno piensa en la escena de la lírica actual, uno puede observar que hay muchas producciones que tienden a cambiar la puesta original. Ya sea aggiornandola a una era más cercana u planteándola desde un contexto deferente al esperado, se empieza a ver que muchos buscan darle un giro a lo ya escrito. ¿Esto representa una dificultad para vos?
Realmente no. Tiendo a adaptarme según la dirección y el enfoque que se quiera dar. Así como esta producción es tradicional, hace poco participé de la misma ópera, en la Estatal de Berlin, planteada con una perspectiva completamente distinta en donde se dio un enfoque colorido y muchísimo más moderno. La producción que se va a presentar en el Teatro Colón se caracteriza por demostrar otros colores, más tenues pero intensos, con una mayor predominación del romanticismo y la muerte. En sí me gusta probar lo nuevo, sin dejar de hacer lo “viejo”.
- Considerando que hoy la gente está cada vez menos interesada en la ópera y que los jóvenes solamente escuchan lo que es tendencia y nada más ¿Crees que se hacen producciones modernas para atraer más público?
Yo creo que cuando se produce una ópera, la visión se hace en base y para la misma. Si bien son para ser representadas ante un público, no deberían ser pensadas teniendo en cuenta los gustos de una audiencia. La ópera hay que entenderla, no basta con solo escucharla. Se necesita conocimiento de la historia como también del contexto histórico de la misma, como para comprender que es lo que se está presenciando. Y esto se logra con la educación. La educación es la clave para captar nuevas audiencias. Ya sea con funciones para escuelas o mismo abriendo este mundo, que posee un sin fin de obras, para que los estudiantes conozcan las historias y se enganchen.
- ¿Cómo es trabajar con Daniel Barenboim?
El es realmente un músico excepcional. Ya sea dirigiendo o tan solo tocando el piano, posee una cierta chispa característica que hace que la música fluya no solo del instrumento, sino de su ser. Es una persona que logra transmitir el mensaje de que la música es alegría, pero al mismo tiempo, una continua expresión de los altibajos de la vida. He trabajado varias veces con él y volvería a hacerlo muchísimas más.
- Finalmente, ¿Que rol aún no hayas interpretado y te gustaría intentar?
“Hay varios, pero diría que en principio me gustaría hacer alguna vez el rol de Mariscala en El Caballero de la Rosa”
La cantante se nota muy a gusto de estar aquí, en esta producción y de la mano del gran virtuoso Barenboim. Nos comentó que, pese al frio, ya tuvo oportunidad de visitar la incomparablemente bella librería Ateneo Grand Splendid y que desea visitar el Cementerio de la Recoleta, entre otros lugares. Al despedirnos, le deseamos éxito en sus fechas en Buenos Aires (Toi Toi Toi) y seguimos nuestro camino en esta ciudad porteña en etapa invernal.
“Tristán e Isolda”: Drama musical en tres actos (1865), Música de Richard Wagner y Libreto del compositor basado en el romance de Godofredo de Estrasburgo.
PRODUCCIÓN INVITADA:
STAATSOPER UNTER DEN LINDEN, STAATSKAPELLE BERLIN (BERLÍN, ALEMANIA).
DIRECTOR MUSICAL
Daniel Barenboim
DIRECTOR DE ESCENA
Harry Kupfer
DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA
Hans Schavernoch