Luego de una larga espera, la mezzosoprano Daniela Barcellona finalmente debutó en el Teatro Colón de Buenos Aires.


Durante los días previos a la primera función, Blueberry tuvo el placer de sentarse a hablar con esta destacada cantante lírica. Hoy, en la antesala de su última función como Giovanna Seymour en «Anna Bolena», compartimos nuestra interesante charla con una cantante que no solo habla de lo que ya ha hecho, sino también en lo que está por venir.



Hablar con una cantante de ópera no es algo casual ni cotidiano. Incluso para nosotros, que frecuentemente realizamos entrevistas, cada vez que nos sentamos frente a un cantante lírico es todo un acontecimiento. Esto se debe a que cada artista presenta un mundo distinto y un punto de vista personal sobre su arte, la obra en la que participa y el mundo de la ópera en sí mismo. Además, cada cantante, a nivel personal y profesional, puede establecer o no una conexión con quien realiza las preguntas, lo cual puede influir en el desarrollo de la entrevista.

Conversar con Daniela Barcellona no fue una excepción, sino una exacerbación de ese sentimiento de curiosidad, intriga y ansiedad. Como mezzosoprano, su trayectoria se extiende a lo largo de las últimas décadas, cosechando aplausos y elogios tanto del público como de la crítica especializada. Uno podría sentirse completamente intimidado frente a su imponente currículum y temer no poder mantener una conversación adecuada con ella. Sin embargo, Daniela resulta ser todo lo contrario a la imagen estereotipada de una «Diva de la Ópera».

En una conversación concisa pero sumamente enriquecedora, Daniela nos abre las puertas no solo de su vida profesional, sino también de su vida personal. Comparte detalles sobre su convivencia con su esposo y maestro, su interés por la música fuera del ámbito operístico y su deseo de que la ópera sea un refugio en un mundo con tintes distópicos en el que vivimos actualmente. Estos son algunos de los temas que abarca esta fascinante conversación.

Encontrándonos frente a la última presentación de “Anna Bolena” en el Teatro Colón, Blueberry Música comparte esta conversación cara a cara con la cantante que finalmente ha pasado por el Teatro Colón y que ha dejado su huella de excelencia en esta temporada 2023.

Arnaldo Colombaroli Foto

Blueberry: Este es tu debut en el Teatro Colón. Es una pregunta que sé que seguramente te van a hacer o que ya te han hecho mucho. Prometo que es la única pregunta repetitiva. ¿Cómo te sientes al finalmente debutar en este Teatro de Buenos Aires?

Daniela Barcellona: Para mí es una felicidad infinita porque, durante muchos años, me pidieron venir al Colón, pero por varios motivos no podía. Y ahora estoy muy, muy feliz, con mucha emoción y una gran responsabilidad de ofrecer lo mejor que puedo aquí en Buenos Aires. Tengo muchos amigos aquí y también argentinos en Italia, cantantes argentinos también. Y la gente es muy preparada musicalmente, muy competente y muy apasionada. Y eso es fantástico.

Blueberry: Esta ópera en la que vas a participar es la segunda vez que se presenta en escena. La primera vez fue hace 50 años. No solo es una ópera poco común, sino que además es en forma de concierto. Con estos dos datos ¿cómo te influyen en tu performance? ¿Te agrega algo de emoción o presión el hecho de esta segunda vez después de tantos años?

Daniela Barcellona: Sí. Ayer estaba hablando con algunos amigos que me dijeron que para Buenos Aires es nueva. Para mí es ofrecer una obra antigua pero nueva para Buenos Aires. Es mucha emoción porque la forma en que se hace el concierto es semiescenificado. Creo que es más fácil y más difícil de cantar. Es fácil porque no tenemos escenas, no tenemos muchos movimientos, solo intentamos cantar y nada más. Lo difícil es transmitir toda la emoción que usualmente la escenografía nos ayuda a expresar. En este caso, tenemos que transmitir toda la idea del personaje estando de pie y sin poder movernos mucho, sin escenografía. Toda la responsabilidad del personaje, la emoción, la expresividad y la caracterización recae en nosotros.

Blueberry: Claro. Y precisamente en esa dificultad, ¿te has encontrado frecuentemente con este tipo de versiones semiescenificadas en conciertos?

Daniela Barcellona: Sí, en otras obras, sí.

Blueberry: Y, como mencionas, es una cierta dificultad poder transmitir esa emoción sin la escenografía. Eso me lleva a una pregunta que solemos hacer en nuestro medio, que es la idea de las puestas en escena y sus múltiples interpretaciones. En los estos tiempos, las escenografías se han polarizado cada vez más entre lo más tradicional y lo más experimental. ¿Cómo te enfrentas a este panorama? ¿Te resulta fácil adaptarte a nuevas dimensiones o puestas modernas? ¿O prefieres siempre mirar hacia lo más tradicional, a las puestas más conservadoras?

Daniela Barcellona: Creo que se puede aceptar una puesta moderna, pero hecha con inteligencia y sabiendo lo que el director hace y por qué. A veces hay puestas muy modernas pero que son respetuosas del libreto, de la historia y de la obra en sí.

Creo que, hoy en día, lo más transgresor que se puede hacer es una puesta en escena vieja o tradicional. Porque se puede innovar, sí, pero lo más importante es la fidelidad al libreto y a la historia. No inventar cosas extrañas en otro mundo, en Marte u otros lugares. Ni tampoco lo moderno o minimalista. Porque creo que la gente… A mí no me gusta cuando reflejan la vida actual en la obra, porque pienso que la gente va al teatro para soñar, para tener una catarsis, para ver cosas que no ve en la vida cotidiana. Si voy al teatro y veo bombas, armas y todo eso, creo que no es relajante. Para ver todo eso puedo encender la televisión y ver el noticiero.

Blueberry: Sí. Hay algo que mencionas justamente en la idea de no traer tanto lo que tenemos en la cotidianidad a las obras. Y algo puntual que podría relacionarse con tu carrera es que durante gran parte de tu trayectoria tu principal distinción o característica fueron los roles en travesti, aquellos roles que surgieron por la prohibición de las mujeres de actuar en teatro. Y ahora, en este paradigma actual donde las mujeres se empoderan cada vez más, quería preguntarte si sientes cierta identificación o empoderamiento al interpretar personajes del sexo opuesto en una obra. ¿Te ha presentado dificultades en su momento, quizás cuando no estábamos en este paradigma tan liberal de género y representación femenina?

Daniela Barcellona: No, para mí nunca ha sido un problema nunca. Para mí ha sido algo muy divertido porque de ser una mujer, actuar como un hombre, cantar como un hombre y también llevar armas muy pesadas, ha sido un desafío. Nunca tuve problemas porque, por ejemplo, Rossini escribió todas sus obras para mezzosoprano, más precisamente para contralto, porque le gustaba mucho la expresividad de la voz de la mujer y los héroes de sus obras son femeninos. Es como en la ópera barroca, donde las voces más agudas representan el cielo y las voces más graves representan el inframundo. Así que Rossini prefería una voz de mujer actuando como hombre, pero con una voz de mujer.

A veces es muy divertido porque cuando termino la función y salgo al escenario, viene gente y me dice: «Ah, actúas como un hombre, eres un hombre, oh, pero la voz no es de hombre, ¿qué pasa?». Porque hay personas que no conocen a Rossini y para mí eso es bueno. Es señal de que mi actuación es creíble. Conozco a colegas cantantes que tienen dificultades porque no quieren interpretar roles masculinos en escena. Pero nosotros somos artistas y el arte es para todos, estamos aquí para servir al arte y también para explorar una apariencia física que no es la nuestra. Para mí ha sido muy, muy interesante y realmente lo he disfrutado.


Selfie de la entrevista

En este momento de la charla, estar frente a Daniela Barcellona nos parece un sueño hecho realidad. No solo porque es una cantante de ópera de renombre mundial, sino porque, quien conduce la entrevista, tuvo uno de sus primeros acercamientos al mundo de la ópera en una puesta es la que ella tenía un rol protagónico.

Años atrás, en una transmisión en diferido que se pasó en la cadena Showcase Cinemas, pude ver y escuchar una puesta bastante interesante de “La donna del lago” de Rossini, en la que Joyce DiDonato y Daniela Barcellona brillaron en sus roles de Elena y Malcom Groeme respectivamente. Esa fue la primera puesta no convencional que vi en la vida, siendo obra de John Fulljames.


Ahora, habiendo pasado tiempo y mucho nado en las aguas de la ópera, poder volver a este recuerdo no hace más que despertar emoción.

Blueberry: ¿Te sorprendió en un principio ser tan aplaudida o celebrada por este tipo de roles o lo sentiste muy natural?

Daniela Barcellona: No, lo sentí muy natural. Me sorprendió porque me gustaba que la gente disfrutara de mi personaje, mi canto y todo, pero para mí no sido un placer. La actuación de ser hombre en la escena fue un trabajo intenso con Hugo de Ana.

Yo debuté en el 98 en Ginebra con Semiramide y con él trabajamos mucho estos movimientos de hombre. Cuando salía de la escena, volaba, así como mujer, y me decía: “no, no se puede hacer así, tú eres un hombre en la escena, no puedes”. Él me enseñó cómo caminar como hombre, cómo sentir el suelo y toda la musculatura y la fisicidad de hombre.

Blueberry: Cambiando de tema, una pregunta que al menos no siento que te hayan hecho tanto en estos últimos años es no solamente cómo comenzó sino cómo fluye esta relación personal y artística con tu marido, quién es también es tu vocal coach.

¿Cómo es convivir con alguien con el cual tienes una relación sentimental, pero al mismo tiempo una relación muy fuerte profesionalmente?

Daniela Barcellona: Nosotros siempre separamos las dos cosas. Cuando estamos en el estudio, estudiando, vocalizando o trabajando en la técnica, somos maestro y alumna. Cuando salimos del estudio, somos marido y mujer.

Obviamente, cuando canto en casa cualquier cosa, canciones pop por ejemplo, el siempre me dice “así, no; eso no puede ser. Tienes que cuidar tu voz.” A veces es difícil, pero es fantástico porque cada vez que tengo ensayos u otras cosas, él es mi oreja y me dice lo que está bien y lo que no.

A veces tengo miedo cuando él está en la sala escuchándome, porque tengo miedo de cantar mal o de hacer algo que no debería hacer, cometer errores técnicos. Sin embargo, me siento muy afortunada porque él tiene mucha paciencia y conoce exactamente las dificultades. Mucha gente me dice «ah, tú cantas re bien, debe ser fácil» y no. Es una disciplina muy estricta.

Blueberry: Una última pregunta, porque vi que te hicieron esta pregunta muchas veces, sobre qué rol te gustaría cantar o qué rol queda pendiente, y siempre respondes de la misma forma, que simplemente estás experimentando y no tienes algo pendiente o algo que deseas hacer a nivel de rol. Pero, a nivel artístico, a nivel de carrera profesional como cantante y puede ser dentro o fuera de la ópera: ¿Hay algo que te queda pendiente y que aún deseas hacer?

Daniela Barcellona: Sí, Azucena de Il Trovatore. Porque tenía que debutarla en París, en la Ópera Bastille, hace dos años. Hicimos todos los ensayos y todo, pero, cuando estábamos en la etapa final, el teatro cerró y toda Francia cerró debido al COVID. Me gusta mucho ese papel.

Además, hay algo que me gusta mucho, aunque no sé si algún día podré cantarlo, es el musical. Me gusta muchísimo.

Blueberry: ¿Y alguna obra en particular o algún tipo de obras que te gusten?

Daniela Barcellona: Me encanta muchísimo “Los Miserables”. También “El Fantasma de la Ópera” aunque tiene un papel pequeño para una mezzosoprano en general. Me gusta mucho el teatro musical y sé que hay roles interesantes para mí. Asimismo, me gusta verlo, aunque no lo cante. Veremos qué sucede en el futuro.

Blueberry: Es interesante lo que planteas, porque justamente en nuestro medio solemos hablar de la fusión del pop con la ópera, y a veces es bueno ver que cantantes tan consagrados en la ópera también tengan interés en algo fuera de la ópera.

Daniela Barcellona: Sí, porque creo que es interesante experimentar cosas nuevas. A mí, por ejemplo, me gusta mucho el pop. Creo que hay buena música en el pop y también hay música no tan buena en el pop. Lo mismo ocurre en la ópera o en la música clásica. Hay buena música clásica y ópera y también hay música que no es tan buena.

A veces me gusta el pop, incluso digo que me gusta el heavy metal. ¿Por qué? Porque es algo muy enérgico y lo escucho cuando necesito energía.

Estoy abierta a todas las experiencias musicales porque he cantado muchas cosas del siglo XX, Stravinsky y otras composiciones más contemporáneas y me gusta muchísimo. Las cosas nuevas son muy emocionantes para mí. Es un desafío y eso me gusta muchísimo.

Una Masterclass loable

Arnaldo Colombaroli Foto

Uno podría pensar que, frente a los escasos tiempos de ensayo de una obra tan imponente, los artistas lejos estarían en la posibilidad de hacer algo más que concentrarse en las funciones y en dar lo mejor de sí en cada una de ellas. Sin embargo, en esta oportunidad, en un extraordinario gesto por parte de la destacada cantante, Daniela Barcellona brindó una Masterclass a alumnos de la carrera de canto del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.

Acompañados por la Maestra Eduviges Picone, Daniela Barcellona se sentó junto a su esposo, el Maestro Alessandro Vitiello, para escuchar arias de ópera interpretadas por alumnos del Teatro Colón y contribuir con su mirada profesional en cuestiones de emisión, postura y demás.

Esta oportunidad es especial, dado que no es algo tan frecuente que las estrellas que pasan por el Colón puedan hacerse de un espacio para poder dictar estas clases magistrales, compartiendo su conocimiento de técnica e impartiendo sabiduría en base a su experiencia profesional.

Última función

Hoy es la última función de esta destacada producción de “Anna Bolena” en el Teatro Colón. La ópera, que trata sobre la vida de Ana Bolena, la segunda esposa del rey Enrique VIII de Inglaterra, fue interpretada en versión concierto con un público internacional elenco. Los principales intérpretes fueron Olga Peretyatko como Anna Bolena, Alex Esposito como Enrico VIII, Daniela Barcellona como Giovanna Seymour, Xabier Anduaga como Lord Riccardo Percy, Florencia Machado como Smeton, Christian De Marco como Lord Rochefort y Santiago Vidal como Hervey. La ópera estuvo dirigida por Iñaki Encina y dirigida por Marina Mora.

Esta ópera ha logrado hacerse de su lugar entre las temporadas de estos últimos años, debido a la simplicidad efectiva de su propuesta escénica y el gran elenco que la ha conformado.

Ph. Amati Bacciardi 

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