A sala llena, el CCK recibió a importantes mandatarios nacionales e internacionales y ofreció un concierto de la mano del Maestro Schlomo Mintz y de la Orquesta Sinfónica Nacional, utilizando instrumentos coleccionados y restaurados desde la Segunda Guerra Mundial.
«Violins of Hope» es un proyecto que no solo reúne instrumentos pertenecientes a judios antes y durante la Segunda Guerra Mundial, sino que permite adentrarte en las miles de historias que dichos instrumentos poseen y ofrecer un pantallazo de cómo estos instrumentos primero fueron usados para humillar y ahora son utilizados para honrar la memoria y dignificar la música cómo instrumento de paz.
Con la premisa «Donde quiera que hubo música, hubo esperanza», el concierto del día de ayer fue el evento culmina la serie de charlas y muestras que se realizaron en Buenos Aires, a los efectos de invitar a la reflexión sobre el pasado y el presente y no cometer los mismos errores.
Como joven redactor de este medio, asistir al concierto «Violines de la Esperanza» en el Centro Cultural Kirchner me conmovió profundamente. El mensaje detrás de este proyecto, que conecta el apoyo a los derechos humanos con la música, es un un exquisito recordatorio de la importancia de la música en el mantenimiento de nuestra historia mundial y nacional y su estrecha vinculación con el desarrollo cultural.
El programa fue diverso e incluyó una variedad ecléctica de obras. «Un sobreviviente de Varsovia, Op 46» de Arnold Schönberg fue una pieza sombría y desgarradora que rindió homenaje a las víctimas del Holocausto con una excelente narración y actuación de Marcelo Lombardero. Seguidamente, el “Concierto para violín en mi menor de Mendelssohn Op. 64” mostró la habilidad técnica de la orquesta y del solista Schlomo Mintz. Sorpresivamente, como una especie de Bis adelantado, el Maestro se detuvo un momento para ofrecer unas breves palabras de agradecimiento a los asistentes, mientras que hizo nuevamente alusión al poder de la música como legado histórico y herramienta clave para aprender de errores del pasado y para luego interpretar, en solo, la «Sonata n.º 3 en re menor, balada op. 27» de Eugene Ysaye, demostrando su dominio del violín y su capacidad para representar un espectro de emociones a través de su interpretación y siendo lo más destacado de la noche. La velada cerró con la «Obertura trágica op. 81», que fue una conclusión dramática y conmovedora para el evento.
Los tres discursos de apertura agregaron una capa adicional de significado al concierto. El Dr. Ulrich Sante, Embajador de Alemania en Argentina, habló sobre la relevancia del proyecto para unir a las personas a través de la música, mientras que Tristan Bauer, Ministro de Cultura de la Nación, habló sobre el papel que puede jugar el arte en la defensa de los derechos humanos, relacionado con este año tan especial para los argentinos en donde se cumplen 40 años de Democracia y, en especial, considerando que mañana mismo se cumple un nuevo aniversario del levantamiento de las fuerzas armadas y del comienzo del último y más desgarrador Golpe de Estado en la historia de Argentina.
Por último, el discurso de Avshalom Weinstein fue particularmente conmovedor, ya que habló sobre la participación de su familia en la restauración de más de cien instrumentos musicales perdidos u olvidados durante y después de la Segunda Guerra Mundial. El esfuerzo de su familia en el proyecto «Violins of Hope» ejemplifica el poder de la música para unir a las personas y preservar nuestra historia compartida.
Con un Auditorio Nacional repleto, al punto de no tener ni un solo espacio libre, el público ovacionó a los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional y al Maestro Mintz, que supieron estar a la altura del evento y tocar con impecable técnica las piezas del programa. Si bien la asistencia perfecta al evento contó con público no frecuente a recitales o conciertos académicos, por lo que hubo aplausos entre medio de los movimientos, el propio Maestro ya nos había adelantado en la presentación de prensa de “Violins of hope” que no buscaba hacer un concierto profesional, sino poder aportar desde su arte a la realización de este proyecto en Buenos Aires. Sumado a ello, el público logró transmitir admiración por la interpretación de las piezas dentro y fuera del programa, demostrando una especial conexión con las historias y melodías interpretadas en el escenario de la Ballena Azul.
“Violins of Hope” es un proyecto que forma parte de la programación del foro Mundial de los Derechos Humanos organizado por la UNESCO, que se viene gestando desde hace años y que finalmente ha acontecido en nuestro país. Resulta grato ver cómo todos estos esfuerzos han sido más que fructíferos, otorgándo – desde ya – una de las veladas musicales más destacadas de este 2023.
Comentarios sobre el Programa: ¿Cómo se relacionan entre sí con la Esperanza?
– Comentó Schlomo Mintz en el evento de prensa del viernes pasado, también en el CCK.
A pesar de sus diferencias de estilo y época, las cuatro composiciones interpretadas en el concierto «Violins of Hope» comparten algunos temas y elementos comunes.
Para empezar, todos están compuestos por compositores europeos, lo que demuestra la influencia global de la música clásica occidental.
En segundo lugar, todas las obras se produjeron en tiempos de agitación y turbulencia. «Un sobreviviente de Varsovia», Op. 46 de Arnold Schönberg fue creada en respuesta a los horrores del Holocausto, mientras que «Sonata No. 3 en re menor, Balada Op. 27» de Eugene Ysaye fue escrita durante la Primera Guerra Mundial. De manera similar, Brahms Obertura trágica, op. 81, fue compuesto en un período de agitación política en Alemania. Aunque escrito durante un período relativamente sereno, el Concierto para violín en mi menor op. 64 tiene una sensación de esfuerzo y estrés que refleja la vida personal del compositor.
Finalmente, todas las piezas demuestran la capacidad de la música para provocar emociones fuertes y transmitir significado. Por ejemplo, en la pieza de Schönberg, la palabra hablada, el coro y las texturas orquestales se combinan para crear un efecto dramático y espeluznante. La pieza para violín solista de Ysaye es a la vez virtuosa y dramática, mientras que la Obertura trágica op. 81 emplea color orquestal y dinámica para transmitir conflicto y conclusión.
A pesar de sus diferencias en forma y edad, las cuatro composiciones contienen temas comunes de lucha, conflicto y la capacidad de la música para inspirar emociones y expresar significado.
Acerca de: «Le Voyage d’Amnon»
«Le Voyage d’Amnon» es una película documental sobre Amnon Weinstein, un fabricante de violines israelí que ha dedicado su vida a restaurar violines que alguna vez fueron propiedad de músicos judíos durante el Holocausto. La película sigue a Amnón en su viaje por el mundo recogiendo violines y devolviéndolos a su antiguo esplendor.
El video también profundiza en los vínculos personales de Amnón con los violines y sus dueños, muchos de los cuales murieron en campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Amnon siente que restaurar instrumentos antiguos es una forma de respetar a las personas que han muerto y garantizar que su legado continúe a través de la música.
En el día de ayer se presentaron algunos extractos de «Le Voyage d’Amnon» antes del concierto «Violins of Hope», muy probablemente para proporcionar contexto para el proyecto y la importancia de los violines utilizados en la actuación. Incluso en medio de un dolor terrible, el video enfatiza la importancia de mantener los objetos culturales y usarlos para fomentar la sanación y la unidad.