¿Por qué Wozzeck resalta entre la gran variedad de títulos – a nivel mundial – que hay para comenzar el 2020? En medio de un clima festivo… ¿configura como una osadía el poner en cartel una ópera contemporánea? En esta nota, te vamos a contar porqué tendrías que ver y escuchar esta ópera, sumado a un inside en la vida de Alban Berg, su compositor.
Wozzeck es una ópera en tres actos, siendo la única gran composición del austriaco Alban Berg en vida (puesto que “Lulú”, su segunda gran obra, tuvo que ser completada post mortem). La misma se basa en la obra teatral “Woyzeck”, escrita por Georg Büchner, quien a su vez se basó en la historia real de un soldado que es ejecutado por asesinar a su esposa, a pesar de su insania. Lejos de tratarse acerca de un asesinato, la obra habla sobre la degradación y estigma de la clase social baja y de la lucha de un hombre por conservar la cordura pese a los continuos golpes de una realidad que, pese a parecer altamente distópica, fue y es bastante real.
Hay mucha conexión entre la historia de la ópera y la vida de Berg. Aun empezando a trabajar al poco tiempo de ver la obra de teatro original, tuvo que suspender todo por el estallido de la primera guerra mundial, en donde casualmente estuvo trabajando para el Ministerio de Guerra. Como si no bastara la interrupción involuntaria en la composición, la obra en sí requirió muchísima preparación para su estreno, contabilizando un total de 137 ensayos previos. La música cuenta con una estructura altamente formal y académica, pero contando con la disonancia y atonalidad que – entonces – comenzaba a caracterizar lo que se denominó la “Segunda Escuela Vienesa” (liderada por el mismísimo Alban Berg, Arnold Schönberg y Anton Webern).
Un ejemplo del sonido dodecafonismo, sistema en el cuál las doce notas son utilizadas de forma equivalente. La música “bonita” o tonal usa un sistema de mayor a menor, siendo que se usan ciertas notas más que otras. Lo que propuso Schönberg fue este sistema en donde todas las notas sean utilizadas bajo un orden no jerárquico.
Fue el filósofo alemán Theodor Adorno quien supo decir “La música de Berg dice adiós a la vida”, siendo esta una de sus tantas citas respecto al compositor. Lo cierto es que Alban Berg siempre tuvo un especial enfoque en demostrar problemáticas sociales, con la pasión e intensidad de la ópera, sumado al impacto sonoro de las melodías elaboradas y atonales. Quizás la intención del afamado pensador, al referirse de esa forma tan tajante a la música del compositor, era enfatizar la crudeza con la que Berg logra describir la condición humana en el universo contemporáneo, configurando una gran crítica y reflexión acerca de la sociedad moderna.
En medio de la gran oferta mundial de producciones operísticas, sumamente típicas e icónicas de la lírica, esta ópera resalta entre todas ellas por su contundente mensaje, el cual le otorga unicidad suficiente para distinguir por sobre cualquiera de los títulos. Sumado a ello, cuenta con grandes figuras de la música clásica actual: Yannick Nézet-Séguin como director de orquesta y el gran barítono Peter Mattei haciendo el altamente esperado debut en el rol de Wozzeck.
Para quienes estén por la gran manzana, las entradas están a través de la página oficial del MET Ópera. El 11 de Enero será la transmisión en vivo de esta gran producción, con la cuál inicia este 2020 el afamado teatro de la ciudad de Nueva York.